¿tienes una pastelería?

FRAILES: Paquillo, toíto te lo consiento menos que me prives...

Paquillo, toíto te lo consiento menos que me prives de tus enseñanzas. Tu no te cortes, ya te cortarán. Si vas por derecho, es una pena ir cortao por la vida. Menos mal que rectificar (a tiempo) es de sabios y podemos degustar con calma tu relato.
Y vivan los San Viernes de Custodio, sobre todos estos que son múltiplos de tres.
Y para acabar una historia real de las que a mi me ponen los vellos de punta, y puede dar ánimo a nuestra forera Toñi, como a todas las futuras madres y abuelas.
Era a primeros del mes de Octubre del año pasado, cuando el compañero que debía hacerme el relevo, me llamó y de una manera confusa me indicó que había llevado a su esposa a urgencias y no podía acudir al trabajo. En un principio me sentó mal que no me ampliara los motivos del ingreso, pero al día siguiente cuando me lo explicó con calma, comprendí la confusión que debió padecer en todo el proceso. Resulta que su mujer llevaba varios días con fiebre y el médico del ambulatorio no le daba mayor importancia, y le mandó el clásico tratamiento de un catarro. Al no remitir la fiebre decidieron acudir a urgencias y allí los especialistas comenzaron a sospechar que los síntomas podían ser de una neumonía. Efectivamente con posterioridad, se comprobó que que el causante de su mal era un neumococo muy agresivo. Pero lo que nadie podía imaginar es que al estar embarazada de cuatro meses y medio, su organismo iba a expulsar el feto, como medida vital. Desde luego en una situación así, que el padre-esposo no sea capaz de transmitir con claridad una situación tan intensa, es comprensible.
Desde un principio en el hospital, no le dieron garantías, porque la criaturita apenas pesaba 700 gramos, pero si todo tipo de esperanzas en que madre e hija salieran adelante. A partir de ese día, no solo los compañeros de trabajo, sino todo aquel que conocía la historia, comenzaron a ser partícipes de todo el proceso, que fué incierto y preocupante en algunos momentos.
Tendríais que ver las fotos actuales de la niña, con apenas diez meses, dándose un baño con su hermano cinco años mayor que ella, es impresionante la fuerza de la naturaleza, que junto a las nuevas tecnologías de la ciencia nos auguran un tranquilizador futuro en estas adversas situaciones.
Deseo como todos vosotros, que estos finales felices se prodiguen sin reparo.