Paquillo, gracias por haber devuelto al foro tu historia. Sabía yo que no podía tener desperdicio, por eso no me gustaba la idea de no haberla podido leer.
Con respecto a la historia, los tiempos han cambiado, y mucho, yo pienso que afortunadamente. Solo hace falta saber utilizar con cabeza la libertad que se tiene ahora. Ahora, nuestros mayores se echan las manos a la cabeza y en parte tienen razón, porque hay situaciones para todos los gustos que yó aún siendo más joven no comparto, y otras que yo creo correctas, tampoco les hace gracia, ¿por qué?, a lo mejor porque esos momentos, esas relaciones, las han vivido de otra forma, lo de ahora no se llevaba antes, ó simplemente no las aprueban por tener una visión un poco egoísta de lo que hacen ó hacemos los jóvenes, por el qué diran, por la religión etc. Yo también he tenido que sufrir algo de eso.
Este puede ser un interesante téma de conversación, ¿alquien se atreve a entrar al trapo?
Escribo esto y no sé si hay mensajes yá con esta conversación. He visto el mensaje de Paquillo y me he puesto a leer, no vaya a ser que me quedara otra vez a dos velas.
Bonita historia, aunque no tuvo final feliz.
Con respecto a la historia, los tiempos han cambiado, y mucho, yo pienso que afortunadamente. Solo hace falta saber utilizar con cabeza la libertad que se tiene ahora. Ahora, nuestros mayores se echan las manos a la cabeza y en parte tienen razón, porque hay situaciones para todos los gustos que yó aún siendo más joven no comparto, y otras que yo creo correctas, tampoco les hace gracia, ¿por qué?, a lo mejor porque esos momentos, esas relaciones, las han vivido de otra forma, lo de ahora no se llevaba antes, ó simplemente no las aprueban por tener una visión un poco egoísta de lo que hacen ó hacemos los jóvenes, por el qué diran, por la religión etc. Yo también he tenido que sufrir algo de eso.
Este puede ser un interesante téma de conversación, ¿alquien se atreve a entrar al trapo?
Escribo esto y no sé si hay mensajes yá con esta conversación. He visto el mensaje de Paquillo y me he puesto a leer, no vaya a ser que me quedara otra vez a dos velas.
Bonita historia, aunque no tuvo final feliz.
Buen tema has elegido Chache Juan para el debate, lo difícil será ser imparcial ja ja ja. Y me río empezando por mi, ya que creo que ni lo fuí cuando era joven ni lo soy ahora en la frontera de los 60.
En resumidas cuentas, creo que los enfrentamientos generacionales son buenos mientras no permitamos que nuestro orgullo eclipse nuestra dignidad. Solo hay una cosa tan hermosa como nuestro ansia por aportar cosas nuevas y es nuestro desvelo por evitar los tropiezos de los seres que amamos. Yo pertenezco a una generación que con 21 años tenía problemas por llegar tarde a casa, y situaciones de ese tipo, provocaron alejamientos afectivos que no merecían la pena cobrarse tal precio.
No voy a seguir divagando sobre mis experiencias y te propongo un tema concreto sobre un concepto, la puntualidad por ejemplo. Aprendí de mi padre y más aún de mi abuelo, lo importante que era la puntualidad, un simple hecho que podía avalar tu integridad y crediblidad. Hoy en día con mi hijo, me enerva que vaya siempre con el tiempo justo y claro cuando ocurre un retraso siempre tiene una justificación, que en lugar de de haberla previsto y salir con más tiempo para superarla, encuentra razones suficientes para evadir su responsabilidad.
Bueno este es un tema trivial, así que ya encontraremos otros de mayor envergadura.
Como siempre un saludable abrazo foreros.
En resumidas cuentas, creo que los enfrentamientos generacionales son buenos mientras no permitamos que nuestro orgullo eclipse nuestra dignidad. Solo hay una cosa tan hermosa como nuestro ansia por aportar cosas nuevas y es nuestro desvelo por evitar los tropiezos de los seres que amamos. Yo pertenezco a una generación que con 21 años tenía problemas por llegar tarde a casa, y situaciones de ese tipo, provocaron alejamientos afectivos que no merecían la pena cobrarse tal precio.
No voy a seguir divagando sobre mis experiencias y te propongo un tema concreto sobre un concepto, la puntualidad por ejemplo. Aprendí de mi padre y más aún de mi abuelo, lo importante que era la puntualidad, un simple hecho que podía avalar tu integridad y crediblidad. Hoy en día con mi hijo, me enerva que vaya siempre con el tiempo justo y claro cuando ocurre un retraso siempre tiene una justificación, que en lugar de de haberla previsto y salir con más tiempo para superarla, encuentra razones suficientes para evadir su responsabilidad.
Bueno este es un tema trivial, así que ya encontraremos otros de mayor envergadura.
Como siempre un saludable abrazo foreros.