Que montañeros y pescadores es que no vais a contarnos nada para que nos crezcan los dientes
José, hoy ha sido un día de montaña de los que a mí me gustan. Hemos podido disfrutar a lo largo de todo el día de la peña del palo y sus alrededores, tranquilicamente, sin prisas, charlando, recreandonos con cada rincon, parandonos en las sombras.... Hoy he estado cerca de los pies de nuestra peña, y si desde arriba impresiona, desde abajo no nos vá a defraudar. La próxma vez ése será el destino, desde el carril de la cueva nos dejamos caer andando y nos vamos hasta la base y luego nos subiremos a otro mirador más encima de las colas del pantano, desde allí las vistas tienen que ser también de lo mejor. La capi hacia media ladera, ya estaba pidiendo el bocadillo a voces, allí nos paramos a comernos el primero. Despues, reanudamos la marcha, la capi la primera, que cogió energías y nos llevaba con un metro de lengua. Hoy también visité el jardín, pero yá quedaban menos flores. Ya en la cumbre y despues de deleitarnos de nuevo con el poderío de nuestra diosa, nos abrochamos el resto de bocatas en la sombra de los pinos de allí al lado, una ligera y agradable brisa nos acompañó durante la comida y allá, al fondo y bien abajo la belleza de las colas del pantano. Una vez que medibigote consiguío terminarse todo lo que llevaba en la mochila de suministro, iniciamos el descenso, que esta vez nos resultó menos cansino. El punto negativo, la vereda levantada de tierra y piedras, gracias a los moteros de la semana pasada, y así son las cosas, unos conservan la naturaleza y otros se empeñan en destrozarla, que mala pata el otro día no haber tenido cobertura para llamar al seprona, en fín. Continuando con la ruta, salimos al carríl y luego nos dejamos caer por el olivar ese que tanto te gustaba, quitandonos un buen trecho de carril. Finalmente, en el riachuelo que hay antes de llegar al punto de partida de la ruta, metimos los pies para relajarlos y sobre todo refrescarlos, que como los dejaras dentro más de cinco segundos dolían de lo fría que estaba el agua. Por cierto, díle a tu mjob que nos hemos acordado mucho de ella, que si le pitaban mucho los oídos era de eso, que sabemos que a ella le hacía mucha ilusión subir, pero la pobre hoy no podía, así que la próxima será.
A las buenas noches. Mañana si puedo me iré con la telaraña
A las buenas noches. Mañana si puedo me iré con la telaraña