Hoy es, mejor dicho, ha sido el día de San Fermín. Felicidades a los Fermines o Ferminas que puedan leer el foro o que conozcáis.
Yo tendo un tío que se llama Fermín, pero mis recuerdos van ligados a la fiesta de Navarra y a los encierros. Posiblemente mis recuerdos sean nuevamente compartidos por mi hermana Encarna, sin haber estado nunca en esta fiesta.
Han pasado ya algunos años, pero los Sanfermines me huelen a madrugones en una recién empezadas vacaciones, a café recién hecho, a desayuno con los ojos pegados por el sueño truncado, que se despertaban por la inquietud de ver los encierros día a día en directo por televisión. Comenzaba la larga jornada de la temporada de encalos en la casa de mi padre. A media tarde nos tomábamos un descansito para ver a Induráin en el tour de Francia.
Mis recuerdos: mis vacaciones del mes de Julio me saben a cal, a limpieza, a trabajo de un largo e interminable día, incentivadas a la actividad matutina por el estreś de los encierros y amenizadas por el tour de Francia en las calurosas sobremesas.
Lo positivo de esos días: poder compartirlos con mi Encarna, a pesar de que ya tuviera que meter varias veces las piernas en la pila de lo que se le cansaban las piernas.
El objetivo: el olor a limpio en todas las habitaciones, dejarle la casa a mi padre como si estuviéramos viviendo en ella, y.... el patio, ver ese patio blanco, sin cosas por medio, fresco, reluciente y listo para disfrutarlo, como cuando éramos jóvenes. La pena es que cuando todo estaba listo para poder disfrutarlo, se nos acababan "las vacaciones del encalo", y volviámos a nuestros respectivos hogares a hacer más de lo mismo.
Todo tiene su encanto. Hasta el trabajo y el cansancio. Buenas noches a todos.
P. D.: Por supuesto, este relato se lo dedico a mi hermana que hacía un esfuerzo mayor al mío.
Yo tendo un tío que se llama Fermín, pero mis recuerdos van ligados a la fiesta de Navarra y a los encierros. Posiblemente mis recuerdos sean nuevamente compartidos por mi hermana Encarna, sin haber estado nunca en esta fiesta.
Han pasado ya algunos años, pero los Sanfermines me huelen a madrugones en una recién empezadas vacaciones, a café recién hecho, a desayuno con los ojos pegados por el sueño truncado, que se despertaban por la inquietud de ver los encierros día a día en directo por televisión. Comenzaba la larga jornada de la temporada de encalos en la casa de mi padre. A media tarde nos tomábamos un descansito para ver a Induráin en el tour de Francia.
Mis recuerdos: mis vacaciones del mes de Julio me saben a cal, a limpieza, a trabajo de un largo e interminable día, incentivadas a la actividad matutina por el estreś de los encierros y amenizadas por el tour de Francia en las calurosas sobremesas.
Lo positivo de esos días: poder compartirlos con mi Encarna, a pesar de que ya tuviera que meter varias veces las piernas en la pila de lo que se le cansaban las piernas.
El objetivo: el olor a limpio en todas las habitaciones, dejarle la casa a mi padre como si estuviéramos viviendo en ella, y.... el patio, ver ese patio blanco, sin cosas por medio, fresco, reluciente y listo para disfrutarlo, como cuando éramos jóvenes. La pena es que cuando todo estaba listo para poder disfrutarlo, se nos acababan "las vacaciones del encalo", y volviámos a nuestros respectivos hogares a hacer más de lo mismo.
Todo tiene su encanto. Hasta el trabajo y el cansancio. Buenas noches a todos.
P. D.: Por supuesto, este relato se lo dedico a mi hermana que hacía un esfuerzo mayor al mío.