Jose, el canto de un duro ha faltao, ya me veía en mi paeron a media
noche, afeitándole la marraná de bigote a cierto bocazas, y recordando con los
amigos de verdad, como me libraba de los fantasmas en mi adolescencia. Que algunos, todavía no se enteran de la fuerza que tiene, a cierta edad la morriña. Pero,
amigo mío, para eso hay que estar, como esos otros que se creen muy valientes por no tener sus decisiones hipotecadas. Pero que, no le vamos a decir na, que después sacan mucho pecho a nuestra
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