FRAILES: No te equivoques, amiga Encarna, que de listos nada,...

Con lo listos que sois algunos, y lo torpes que somos otros... al ver que esos porcentajes que salían en la barra de direcciones, también me salían en tu blog.... me he ido a la dirección que ponías y le he quitado los que me salían.. ¡y por fín he podido entrar....! ¡Con razón te echo de menos por aquí! ¡Con lo atareadísimo que estás con el blog!....

¡Qué decirte....! que me ha encantao, que me siento muy orgullosa de tenerte como amigo, y muy contenta de que tengas a tu querida socia, y muchísimos sentimentos más que han evocado la lectura. Me quedo con una frase..."la importancia que tienen las cosas, no es lo que cuestan, sino lo que realmente valen".

¡Enhorabuena, amigo!" y como es normal, me he enganchado a la lectura... pero (por suerte)... supongo que continuará... ¿no?

Un abrazo para los dos, se os quiere.

No te equivoques, amiga Encarna, que de listos nada, quizás algo perseverante, tal vez. Porque no te puedes imaginar las veces que tenemos que repetir las coas, estas tecnologías a mi me han llegado tarde y como he aprendido, a estilo compadre, como yo digo, pues tengo todos los defectos que se adquieren cuando no se empieza con buena base. De esto, tú tocaya es la que podría dar fe, ella es la que sufre todas mis rabietas, cuando la cosa no sale como pasa casi siempre.
Pero después, cuando lo vez escrito, cuando compruebas que puede ser leído en cualquier lugar del mundo. La verdad, es que saca uno pecho. Yo lo hago, Lo hago por mi madre, porque es a ella, a la que quiero que todo el mundo conozca. La heroína de esta historia. A mi padre no le dio tiempo de hacer nada, por sus circunstancias y mis hermanas y yo, no tuvimos otra opción, por lo que actuamos según nuestra circunstancias y esto no tiene ningún merito. Por lo que agradezco en el alma tus palabras y la acogida que le das a esta historia, en nombre de mi madre que es la que las merece.
Gracia, muchas gracias. Nosotros, también damos gracias a Dios por permitirnos gozar con vuestra amistad.

Encarna y Paquillo