¡Cuanta verdad hay en tu historia! Mª. José.
La felicidad, es algo intrínseco a cada ser humano, pero que, cada uno la percibe con diferentes estímulos. Precisamente para que todos tengamos las mismas posibilidades para conseguirla. (Aquí, como en casi todo, El Creador no quiso desigualdades) Estas ya sabía Él que nos encargaríamos de ponerlas nosotros. Así, cada uno, dando rienda suelta a nuestras fobias, preocupándonos más de la paja del ojo ajeno que de la viga en el propio, en lugar de preocuparnos de conocernos a sí mismos, de asumir nuestro rol, enriquecerlo día a día con total entrega y amor, sin envidias, sin odios, sin rencores de ninguna clase. Es como nos complicamos la vida persiguiendo roles que no nos tocan vivir por las circunstancias que sean. Es difícil, pero no lo seria tanto, si se aceptara, si se reconociera desde un principio aquello de “No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita. De esta máxima podemos todos dar fe ¿por que quién de vosotros no ha conocido gente muy pobre completamente feliz a si como a otras muy ricas completamente infelices?
Amigos, nuestra conciencia, es el termómetro de nuestra felicidad, no olvidarlo y mantener el mercurio vigilado, el os marcará aquellas acciones que mas puntuaran para llegar a ella, para conseguir la calma, la paz de espíritu que son los más reconocibles síntomas de la felicidad.
Bueno, que me enrollo y no consigo explicaros lo que quiero del tema. ¡Qué pena que no haya sido filosofo, con lo que me gusta filosofar!
Que tengáis buen día y no olvidaros que uno de mis motivos para ser feliz es el percibir, como percibo el don de vuestra amistad. Que pido me dure muchos años.
La felicidad, es algo intrínseco a cada ser humano, pero que, cada uno la percibe con diferentes estímulos. Precisamente para que todos tengamos las mismas posibilidades para conseguirla. (Aquí, como en casi todo, El Creador no quiso desigualdades) Estas ya sabía Él que nos encargaríamos de ponerlas nosotros. Así, cada uno, dando rienda suelta a nuestras fobias, preocupándonos más de la paja del ojo ajeno que de la viga en el propio, en lugar de preocuparnos de conocernos a sí mismos, de asumir nuestro rol, enriquecerlo día a día con total entrega y amor, sin envidias, sin odios, sin rencores de ninguna clase. Es como nos complicamos la vida persiguiendo roles que no nos tocan vivir por las circunstancias que sean. Es difícil, pero no lo seria tanto, si se aceptara, si se reconociera desde un principio aquello de “No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita. De esta máxima podemos todos dar fe ¿por que quién de vosotros no ha conocido gente muy pobre completamente feliz a si como a otras muy ricas completamente infelices?
Amigos, nuestra conciencia, es el termómetro de nuestra felicidad, no olvidarlo y mantener el mercurio vigilado, el os marcará aquellas acciones que mas puntuaran para llegar a ella, para conseguir la calma, la paz de espíritu que son los más reconocibles síntomas de la felicidad.
Bueno, que me enrollo y no consigo explicaros lo que quiero del tema. ¡Qué pena que no haya sido filosofo, con lo que me gusta filosofar!
Que tengáis buen día y no olvidaros que uno de mis motivos para ser feliz es el percibir, como percibo el don de vuestra amistad. Que pido me dure muchos años.