A las buenas noches. ¡Como no! el tema de conversacion tiene que ser el calor que hace, pero claro, es que estamos en verano aún, luego ya hablaremos mas adelante del frío que hace, jejeje. Me acuerdo ahora de mi señora suegra, que todos los días viene al medio día al taller a traerme la barra de pan y si hay suerte llevarse a las fierecillas hasta la hora de comer, pues bueno, que siempre entra con la bolsa de pan en una mano, el abanico en otra y dando todos los soplíos que puede. Desde aquí un saludo para ella. Bueno, por decir algo, que es lo primero que se me ha venido a la mente.
Señor Paez, me alegro de que el patriarca vaya mejorando, es un fuera de serie. Igualmente para Encarna, la socia, con su madre que le vaya todo bien y pronto nos pueda contar buenas noticias.
Para Encarna de Darro, decirle que bajar a la playa en bici, las piernas no trabajan mucho, pero entre el culete y los brazos lo soportan todo, descender también termina cansando. En cuanto a la última gésta de estos mangurrinos (digo estos porque yo no estuve ni en una ni en otra), el subir a la famosa Pandera y con el día que hacía, tiene taréa la cosa, lástima que las prometidas cervezas no estaban allí en la meta esperándolos, algún día estarán y ese momento lo celebraremos todos allí arriba. Si es que esta gente es muy nerviosa y mu alantaos, (como dice mi suegro).
En cuanto al pino de Paquillo, últimamente lo hemos hartao de agua y construido unas defensas naturales, a ver si lo conseguimos sacar adelante.
Eso es todo por ahora. Ya hablaremos de telarañas próximamente.
Saludos.
Señor Paez, me alegro de que el patriarca vaya mejorando, es un fuera de serie. Igualmente para Encarna, la socia, con su madre que le vaya todo bien y pronto nos pueda contar buenas noticias.
Para Encarna de Darro, decirle que bajar a la playa en bici, las piernas no trabajan mucho, pero entre el culete y los brazos lo soportan todo, descender también termina cansando. En cuanto a la última gésta de estos mangurrinos (digo estos porque yo no estuve ni en una ni en otra), el subir a la famosa Pandera y con el día que hacía, tiene taréa la cosa, lástima que las prometidas cervezas no estaban allí en la meta esperándolos, algún día estarán y ese momento lo celebraremos todos allí arriba. Si es que esta gente es muy nerviosa y mu alantaos, (como dice mi suegro).
En cuanto al pino de Paquillo, últimamente lo hemos hartao de agua y construido unas defensas naturales, a ver si lo conseguimos sacar adelante.
Eso es todo por ahora. Ya hablaremos de telarañas próximamente.
Saludos.