FRAILES: Llego el momento de la 4ª peregrinación, con un montón...

Llego el momento de la 4ª peregrinación, con un montón de preparativos pro-viaje: alojamiento, comidas, coches de apoyo....... en fin, mucho jaleo. Cuarenta y tres personas las que íbamos a formar parte del evento, entre ellas 13 ciclistas. Con ocho coches de apoyo.

Comenzamos el viernes con, la primera etapa Frailes-Fuensanta de Martos, 45 km., en la que después de trabajar el viernes, tuvimos que ir a recoger a los ciclistas, a la Fuensanta. En esta primera etapa, las cosas ya marchaban mal, tres ciclistas ya habían tenido que abandonar por motivos personales, otros dos, nada mas salir de Frailes, cayeron al suelo, y tuvieron que ser socorridos, al final sin consecuencias, cuatro rasguños. Presentiamos que una maldición nos bañaba este año.

El sábado, continuamos, con la segunda etapa, la mas dura, con unos 80 o 90 km. por delante, todos los participantes del evento, fuimos hasta Fuensanta, allí nuestros ciclistas, cogieron de nuevo sus bicis, todos los coches seguimos hasta Torredonjimeno, el siguiente avituallamiento, donde por el camino, tuvimos un momento de charla con un agente de tráfico, el coche guía corrió mas de la cuenta, el que le seguía se paso las entradas para el pueblo, y viendo esto no se lo ocurre otra cosa que salirse para Torredelcampo, y pararse, justo en el carril de deceleración de la autovía, y todos los coches restantes detrás, con la mala suerte, de que en ese momento, pasaba por allí, tráfico, ya podéis imaginar el resto, en este caso la buena suerte se apodero de nosotros, el guardia no multo a nadie. Aquí la maldición parecía que nos seguía acompañando, jajajaja

Ya en Arjona, desplegamos todos nuestros bártulos, a la sombra de un parque, he hicimos el tradicional almuerzo, con el remojon de nuestra abuela Jaleo, y el pan de dos kilos, que José, nos invito a comer, este hubiera servido perfectamente par sustituirlo como rueda de alguna bici, en caso de pinchazo, jajajaja

Después del almuerzo, continuamos, camino de los alojamientos en mitad de la sierra de Andujar, por una pequeña carretera, pero con un paisaje impresionante, el campo relucía por la infinidad de colorido floral, una maravilla, con las vacas por mitad de la carretera, y unos 11 km. de subida muy pendiente. Ahí empezó el calvario de todos los ciclistas, incluido el de mi sobrino Luís José, que este año ha participado como corredor, mi calvario y el de mi cuñada, cuando le alcanzamos, y vinos que iba el último, y con unos caños de sudor a lo bestia, no era para menos, el sol apretaba bien, y la carretera desprendía un calor abrasivo.

Cuando llegamos a un punto llano de la carretera en la cual había espacio para aparcar todos, allí esperamos a los ciclistas, entre algunos mas, el Chache llegó el primero, el cual se dio la vuelta y fue en busca de Luís José, junto con José, y otro ciclista, y menos mal, porque en medio de la subida se lo encontraron con la cadena de la bici partida, después de arreglarla, siguieron camino arriba, y al final todos llegaron bastante bien, y sin ningún incidente.

Ya una vez en los alojamientos, todos relajados, pudimos disfrutar de una buena cena, y una siguiente velada, acompañada de muy buena compañía, y un riquísimo mojito, preparado por nuestro Tío Mojito.

En la mañana del Domingo, continuamos con la tercera y última etapa, los ciclistas por el camino del peregrino, camino corto pero complicado, con unos 20 km. de trialeras y lastras, y los coches curva va y curva viene, rumbo a coronar el Santuario de la Virgen de la Cabeza, allí, todos los acompañantes esperamos la llegada de nuestros ciclistas, con muchas emociones, risas, lágrimas, pero sobre todo con una satisfacción de haber cumplido el reto, sin ningún mayor problema, y sobre todo nosotros habiendo visto que mi sobrino, estaba muy contento por haber completado el camino, sin haber abandonado, si su padre lo ha visto, se tiene que sentir muy orgulloso de él, yo confío en que si.

Después de haber visitado a nuestra Morenita, continuamos hasta el río Jándula, para comer nuestro deseado almuerzo, disfrutar de otra buena velada con todos los participantes, y por último poner rumbo a Frailes todos en los coches.

Cada año, decimos que es el último, cuando estamos en pleno ecuador de los preparativos, pero cuando volvemos, las ganas de repetir vuelven a aflorar, es difícil, organizar un evento para tanta gente, pero al mismo tiempo es igual de satisfactoria, la experiencia vivida.
Como siempre decimos, que esta no quite otra, y como no ¡Viva la Virgen de la Cabeza!

P. D.: Lo mejor de todo es que la maldición que nos había acompañado, en buena parate del evento, se había evaporado, jjjjjj

Con Dios.