-25% solo aquí
Pues estamos en Benaoján, KM 83, después de descansar un poco seguimos descendiendo otro kilometro y pico hasta la estación de Benaoján, por donde cruzamos la vía del tren y a continuación el rio Guadiaro. A partir de aquí la organización nos tenía reservada una sorpresita; ascendemos por el margen derecho del rio, unos metros y pronto nos salimos por una vereda, en picado pero hacia el cielo, prácticamente vereda de cabras como le decimos por aquí. Hago varios intentos de enlazar varias pedaladas pero unas veces por la gente y otras por la dificultad, se hace imposible y no queda otra que empujar, siempre hacia arriba y todos en fila india por la espesura de un monte mediterráneo bien cubierto de encinas, y, así durante 1 km aprox. Casi al final de este sendero por delante de mí siento un gran estruendo, como un jabalí atravesando una mata, instantáneamente se me viene a la mente que alguien se la ha pegado y una incongnita de si pudiera haber sido alguno de los míos, puesto que iban delante. Cuando los alcanzo me confirman que sí, que había sido Carlos que por algún motivo cayó en vertical por la parte baja de la vereda y en lo alto de una coscoja. Dicho así puede parecer grave, pero no tuvo el aterrizaje demasiadas consecuencias……salvo para la coscoja. Y como no lo puede ver y no pasó nada, ahora me río imaginándomelo, y lanzando sapos y culebras mientras se incorporaba de nuevo a la vereda, contra el legionario responsable de tan desafortunado tramo. No sé si fue así, pero conociéndolo….. y si no fue así, pues que lo cuente el.