Buenos días a todos:
Ya estamos de vuelta a la normalidad, después de un finde que se quedara en nuestra mente, y en nuestra alma, para la historia, historia la cual será perfecta para contar a nuestros nietos. Ahí voy:
Alrededor de cuatro años, un grupo de Fraileros con una misma afición, el ciclismo, empezaron la historia del Club ciclista Buenavista, con la primera peregrinación a Andujar, que como en todas las primeras cosas, fue excepcional, todos los participantes nos quedamos con ganas de mas, resultado del cual este año hemos cumplido la cuarta, en la primera, recuerdo, que uno de ellos dijo: “ otra que tenemos que hacer es bajar a la playa en bici”, aquello quedó en saco roto, hasta este año, con un club con mas cimientos, mas categoría de sus deportistas, la cual nos han demostrado este finde, y el Chache como presidente de él, una mujer de un ciclista le estuvo calentando la cabeza para organizar la bajada a la playa. Sin comerlo ni beberlo, le pusimos fecha y nos enfrascamos en una historia, igual de buena que complicada.
El martes, a solo cuatro días de la fecha prevista, nos reunimos para organizarlo todo, participantes, acompañantes, coches de apoyo, furgoneta de trasporte de bicis, en fin..... un lio. Las mujeres quedamos el jueves, para ver la ruta que debíamos seguir con los coches, e ir encontrándonos con ellos en el camino.
Yo soy una persona, que me gusta llevarlo todo muy bien atado, y mas si vamos un montón de gente, pero la sensación que a mi me daba era todo lo contrario, y la idea de ir por una carretera que en mi vida había pasado, me aterraba, así que el miércoles, teníamos casi decidido que no íbamos a ir, o que el Chache llevaría el coche, y se perdería la ruta en bici.
Mientras tanto, había cambios de última hora, unos se rajaban, otros se apuntaban, vamos, caos total, Carlos y Jaleo, no sabian si iban a ir, o no, en esto que les llamo, para decirle que nosotros no vamos, y ella me dice que no le tema a la carretera, que ella tenia un navegador y no habia problema, esto me tranquilizó.
Llegó el jueves, y después de ver la ruta con las mujeres, y saber que Jaleo iba a ser mi guia, la decisión cambio, “nos vamos como habiamos dicho”, y a diferencia de las demás ocasiones, tranquila, sin nervios y perfectamente con el control de la situación, prepare todo y nos embarcamos en la historia..............
Ya estamos de vuelta a la normalidad, después de un finde que se quedara en nuestra mente, y en nuestra alma, para la historia, historia la cual será perfecta para contar a nuestros nietos. Ahí voy:
Alrededor de cuatro años, un grupo de Fraileros con una misma afición, el ciclismo, empezaron la historia del Club ciclista Buenavista, con la primera peregrinación a Andujar, que como en todas las primeras cosas, fue excepcional, todos los participantes nos quedamos con ganas de mas, resultado del cual este año hemos cumplido la cuarta, en la primera, recuerdo, que uno de ellos dijo: “ otra que tenemos que hacer es bajar a la playa en bici”, aquello quedó en saco roto, hasta este año, con un club con mas cimientos, mas categoría de sus deportistas, la cual nos han demostrado este finde, y el Chache como presidente de él, una mujer de un ciclista le estuvo calentando la cabeza para organizar la bajada a la playa. Sin comerlo ni beberlo, le pusimos fecha y nos enfrascamos en una historia, igual de buena que complicada.
El martes, a solo cuatro días de la fecha prevista, nos reunimos para organizarlo todo, participantes, acompañantes, coches de apoyo, furgoneta de trasporte de bicis, en fin..... un lio. Las mujeres quedamos el jueves, para ver la ruta que debíamos seguir con los coches, e ir encontrándonos con ellos en el camino.
Yo soy una persona, que me gusta llevarlo todo muy bien atado, y mas si vamos un montón de gente, pero la sensación que a mi me daba era todo lo contrario, y la idea de ir por una carretera que en mi vida había pasado, me aterraba, así que el miércoles, teníamos casi decidido que no íbamos a ir, o que el Chache llevaría el coche, y se perdería la ruta en bici.
Mientras tanto, había cambios de última hora, unos se rajaban, otros se apuntaban, vamos, caos total, Carlos y Jaleo, no sabian si iban a ir, o no, en esto que les llamo, para decirle que nosotros no vamos, y ella me dice que no le tema a la carretera, que ella tenia un navegador y no habia problema, esto me tranquilizó.
Llegó el jueves, y después de ver la ruta con las mujeres, y saber que Jaleo iba a ser mi guia, la decisión cambio, “nos vamos como habiamos dicho”, y a diferencia de las demás ocasiones, tranquila, sin nervios y perfectamente con el control de la situación, prepare todo y nos embarcamos en la historia..............