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Buenos días a todos:
En primer lugar felicitar a los no felicitados, y sobre todo a Pilar, por tener a Laura con vosotros, difrutar de ella, ahora que la teneis.
Y que contaros de la capea: Con una indecisión de participar en ella, debido a la incertidumbre de como serian los toros, nos enfrascamos en una aventura igual de loca que divertida.
Eran las siete de la tarde, con un calor que quitaba en "sentío", y allí que estábamos en la presilla, todos dispuestos a enfrentarnos a los toros, vestidos de blanco y con nuestro pañuelo rojo, el cual habíamos recogido por la mañana en el ayuntamiento. Yo lo tenía claro, si los animales eran de carne y hueso me volvia por donde había venido, jejejeje, inocente de mi.
Antes de enfrentarnos a los cinco astados, tuvimos que repasar una por una las normas, no maltratar a los animales, ponernos de rodillas cuando ellos pararan y contar hasta diez, y como no, cantar el himno de los san Fermines, en este caso, de los san Pedros, por ser San Pedro el patrón de Frailes.
Y llego el momento, cinco toros, de casi dos metros de altos, y tres de largos, empezaron a correr picachos abajo, a revueltas de niños, mayores y abuelos, metiéndose en los portales de las casas, en los callejones, y en cualquier sitio que podían embestir, a cualquier criatura viviente..... jejeje, una pasada, los toros eran de una fina tela plastificada dentro de la cual había una persona con una máquina enganchada a la espalda la cual producía aire, que hacia que el toro se inflara, pero no os riais, que cuando se te acercaba un toro, a sabiendas de que su masa corporal era de aire, buen susto que te daban sus grandes cuernos delante de ti, no era "moco de pavo", jjejejeje, y bastante que corrimos, delante, detrás y para todos los lados, esquivando no encontrarte con ninguno y que te diera una cornada, o un culetazo que también los daban bien grandres, jejejeje
El momento mas difícil, fué cuando a mi y a Paloma, nos pillo un toro por sorpresa, el cual se avalanzo sobre mi peque, la cogio hasta arrebatármela de las manos, y volo por los aires, a manos del toro, cara de espanto que tenia la pobre, y todos los que lo vieron sufrieron de ver a la chiquilla llorar con esa desesperación, la cual al ver a su tia, mi cuñada, que pudo ir en su ayuda, la agarro del cuello y pudo librarse de los cuernos del toro, que trauma cogio la pobre, y pobre de mi que la tuve que llevar en brazos, el resto del encierro.
Ya una vez en el recinto ferial, los toros fueron a la plaza, plaza de la misma embergadura que los toros, rellena de aire, en la cual fueron pasando los niños de diferentes edades para torearlos uno a uno, empezando por los niños de 3,4 y 5 años, hasta acabar por los de 14. En esta parte del evento, le toco a mi David, correr con otros tantos niños, en medio de unos de los bravos.
En resumen, una tarde de toros excepcional, fantástica y muy divertida, en la que disfrutamos grandes y pequeños, y mirad como fue la cosa, que a pesar del susto que Paloma se llevó, ayer me pregunto que si no íbamos otra vez a los toros.
Vamos, de película.
Bueno y después de amanecer molidos, por el encierro, con el cuerpo lleno de moretones de las embestidas de aire de los toros, jejejeje, nos dispusimos ha hacer el recorrido del día de la bici, 27 km y pico, que nos pedaleamos, mi David, mas fresco que una lechuga, Paloma, como ha dicho Encarna, una campeona, a solo un mes de haber aprendido a llevar la bici sin ruedines, se hizo por lo menos 6 o 7 km. immmpresionante, y Alex, mi sobrino, también un autentico campeón, sobre todo porque tuvo una caída, y tuvo la dureza de continuar con la carrera hasta acabarla, y de mi que deciros, después de haber socorrido a mi sobrino, me quede la última, en el tramo más difícil, las doce de la mañana, el estómago lleno con el bocata que nos habíamos comido, y el Lorenzo apretando todo lo que podía, el recinto ferial parecía que corria de mi, pero llegue, sana y salva, y muy satisfecha de haberlos completado, después de veintitantos años de no haberlo hecho, y lo mas bonito junto a mis hijos, esto fue lo mejor.
Del traje, que deciros, que Raquel y yo parecíamos gemelas, claro, que a mi me sobraban años, y sobre todos carnes, jajaja, para parecerme a ella.
En fin, asi es la vida, a difrutar que son dos días, y si Trini, hay que vivir rápido, por si a mañana no llegamos, y aprovechar todos los momentos bueno que la vida te brinda, y no dejar pasar ni uno.
Ser felices.
En primer lugar felicitar a los no felicitados, y sobre todo a Pilar, por tener a Laura con vosotros, difrutar de ella, ahora que la teneis.
Y que contaros de la capea: Con una indecisión de participar en ella, debido a la incertidumbre de como serian los toros, nos enfrascamos en una aventura igual de loca que divertida.
Eran las siete de la tarde, con un calor que quitaba en "sentío", y allí que estábamos en la presilla, todos dispuestos a enfrentarnos a los toros, vestidos de blanco y con nuestro pañuelo rojo, el cual habíamos recogido por la mañana en el ayuntamiento. Yo lo tenía claro, si los animales eran de carne y hueso me volvia por donde había venido, jejejeje, inocente de mi.
Antes de enfrentarnos a los cinco astados, tuvimos que repasar una por una las normas, no maltratar a los animales, ponernos de rodillas cuando ellos pararan y contar hasta diez, y como no, cantar el himno de los san Fermines, en este caso, de los san Pedros, por ser San Pedro el patrón de Frailes.
Y llego el momento, cinco toros, de casi dos metros de altos, y tres de largos, empezaron a correr picachos abajo, a revueltas de niños, mayores y abuelos, metiéndose en los portales de las casas, en los callejones, y en cualquier sitio que podían embestir, a cualquier criatura viviente..... jejeje, una pasada, los toros eran de una fina tela plastificada dentro de la cual había una persona con una máquina enganchada a la espalda la cual producía aire, que hacia que el toro se inflara, pero no os riais, que cuando se te acercaba un toro, a sabiendas de que su masa corporal era de aire, buen susto que te daban sus grandes cuernos delante de ti, no era "moco de pavo", jjejejeje, y bastante que corrimos, delante, detrás y para todos los lados, esquivando no encontrarte con ninguno y que te diera una cornada, o un culetazo que también los daban bien grandres, jejejeje
El momento mas difícil, fué cuando a mi y a Paloma, nos pillo un toro por sorpresa, el cual se avalanzo sobre mi peque, la cogio hasta arrebatármela de las manos, y volo por los aires, a manos del toro, cara de espanto que tenia la pobre, y todos los que lo vieron sufrieron de ver a la chiquilla llorar con esa desesperación, la cual al ver a su tia, mi cuñada, que pudo ir en su ayuda, la agarro del cuello y pudo librarse de los cuernos del toro, que trauma cogio la pobre, y pobre de mi que la tuve que llevar en brazos, el resto del encierro.
Ya una vez en el recinto ferial, los toros fueron a la plaza, plaza de la misma embergadura que los toros, rellena de aire, en la cual fueron pasando los niños de diferentes edades para torearlos uno a uno, empezando por los niños de 3,4 y 5 años, hasta acabar por los de 14. En esta parte del evento, le toco a mi David, correr con otros tantos niños, en medio de unos de los bravos.
En resumen, una tarde de toros excepcional, fantástica y muy divertida, en la que disfrutamos grandes y pequeños, y mirad como fue la cosa, que a pesar del susto que Paloma se llevó, ayer me pregunto que si no íbamos otra vez a los toros.
Vamos, de película.
Bueno y después de amanecer molidos, por el encierro, con el cuerpo lleno de moretones de las embestidas de aire de los toros, jejejeje, nos dispusimos ha hacer el recorrido del día de la bici, 27 km y pico, que nos pedaleamos, mi David, mas fresco que una lechuga, Paloma, como ha dicho Encarna, una campeona, a solo un mes de haber aprendido a llevar la bici sin ruedines, se hizo por lo menos 6 o 7 km. immmpresionante, y Alex, mi sobrino, también un autentico campeón, sobre todo porque tuvo una caída, y tuvo la dureza de continuar con la carrera hasta acabarla, y de mi que deciros, después de haber socorrido a mi sobrino, me quede la última, en el tramo más difícil, las doce de la mañana, el estómago lleno con el bocata que nos habíamos comido, y el Lorenzo apretando todo lo que podía, el recinto ferial parecía que corria de mi, pero llegue, sana y salva, y muy satisfecha de haberlos completado, después de veintitantos años de no haberlo hecho, y lo mas bonito junto a mis hijos, esto fue lo mejor.
Del traje, que deciros, que Raquel y yo parecíamos gemelas, claro, que a mi me sobraban años, y sobre todos carnes, jajaja, para parecerme a ella.
En fin, asi es la vida, a difrutar que son dos días, y si Trini, hay que vivir rápido, por si a mañana no llegamos, y aprovechar todos los momentos bueno que la vida te brinda, y no dejar pasar ni uno.
Ser felices.