Ya que ha caido a pelo, os voy a contar una anécdota que me pasó una noche; creo que no os lo he contado, no me acuerdo, bueno, si os lo he hecho en otra ocasión os la repito...
Con el motivo de un centenario que hacía que la Virgen estaba en Darro, decidió el cura que había entonces, dejar que la gente se llevara la Virgen de Fátima a velarla a las casas; y una amiga mía se la llevó y me invitó a mí y a otras amigas más a su casa a verlarla, rezar el rosario y tomarnos un chocolate.
Yo vivía en mi anterior casa; y como sabéis, para subir al pueblo tenía que cruzar la carretera. Mi marido me dijo que tenía el coche una bombilla fundida, pero como ya era de noche e iba tarde, le dije a mi marido que mañana la cambiaría.
Después de todos los menesteres que os he contado, eran las dos y pico de la mañana y volvía sóla en mi coche y cuando iba a cruzar la carretera, me para la guardia civil y me dice que si sé que tengo una luz fundida, le digo que sí que me lo había dicho mi marido, pero que como sólo era cruzar la carretera y que vivía por debajo, y que venía de rezar el rosario de casa de una amiga..... os podéis imaginar la cara que se le quedó al guardia.... se echó a reir; y yo viendo las horas que eran y lo que le había dicho (que era la pura verdad) no me quedó otra que también echarme a reir; puesto que pensaba que el guardia estaría pensado que semejante pretexto para llegar tarde a casa, no se lo habían dicho nunca....
Si es que como véis, lo mío no tiene arreglo....
Con el motivo de un centenario que hacía que la Virgen estaba en Darro, decidió el cura que había entonces, dejar que la gente se llevara la Virgen de Fátima a velarla a las casas; y una amiga mía se la llevó y me invitó a mí y a otras amigas más a su casa a verlarla, rezar el rosario y tomarnos un chocolate.
Yo vivía en mi anterior casa; y como sabéis, para subir al pueblo tenía que cruzar la carretera. Mi marido me dijo que tenía el coche una bombilla fundida, pero como ya era de noche e iba tarde, le dije a mi marido que mañana la cambiaría.
Después de todos los menesteres que os he contado, eran las dos y pico de la mañana y volvía sóla en mi coche y cuando iba a cruzar la carretera, me para la guardia civil y me dice que si sé que tengo una luz fundida, le digo que sí que me lo había dicho mi marido, pero que como sólo era cruzar la carretera y que vivía por debajo, y que venía de rezar el rosario de casa de una amiga..... os podéis imaginar la cara que se le quedó al guardia.... se echó a reir; y yo viendo las horas que eran y lo que le había dicho (que era la pura verdad) no me quedó otra que también echarme a reir; puesto que pensaba que el guardia estaría pensado que semejante pretexto para llegar tarde a casa, no se lo habían dicho nunca....
Si es que como véis, lo mío no tiene arreglo....
