Buenas tardes a todos:
Empiezo con este título, porque no tiene nada de mentira, me levante como cada mañana para preparar y llevar a mis hijos al cole, cosa que solo hago cuando puedo, siempre es el papá quien los lleva, después fui a visitar a mi médico, o más bien a que me visitara él a mí, y después de un charla bastante positiva para mí, cuando salí a la calle el sol lucía como no me acuerdo desde cuándo.
Llegue a mi casa y lo primero que he hecho ha sido abrir persianas, la casa resplandecía por los inmensos rayos de sol que la invadían, pero yo no me conformaba, me atavié con la propia equipación de los que montan en telaraña.
El chache no estaba, y mi telaraña estaba enganchada en un rulo, el cual la hace estática para practicar con ella dentro de casa, los días de mal tiempo.
Mi idea era pedalear aprovechando el sol radiante de la mañana, no sabía ni donde ni con quien, pensé se robarle la telaraña al Chache y desaparecer por esos mundos de Dios, pero mi instinto de adivina me hicieron llamar a mi cuñada, la cual me dijo que mi sobrino no había ido al cole por la huelga, y que se apuntaba a acompañarme, en ese momento llego el Chache, y mis palabras nos fueron más que estas: "o me bajas mi bici, o te quito la tuya", le faltaban pies y manos para bajarme la mía, solo de pensar que le cogiera la suya, ya le daban taquicardias, jejeje
Entre unas cosas y otras allí que estaba mi sobri, preparado para emprender una ruta sin rumbo, y lo peor a mi paso.
Al final el Chache me sugirió ir por carretera, por el tema del barro, y me dije, la fuente del raso tiene que estar preciosa, así que tita y sobrino emprendimos rumbo a la fuente del raso, en nuestra primera salida ciclista del año, con un sol bastante agradecido, una temperatura espectacular, y sobre todo una moral que aumentaba a cada pedalada.
Llegamos a la fuente del raso, y me acorde de muchos de vosotros, de Encarna, porque todavía están tus piedras para cruzar, de Pilar, y de aquel día maravilloso que echamos, que fue ¿el día del vino?.
Una vez visto la fuente, la primera idea del volver a Frailes fue descartada en un momento, las fuerzas seguían al cien por cien, los ánimos al 200 por cien, y el sol nos empujaba hacia arriba, así que pies en pedales y la siguiente parada fue en los collados de la Martina.
Allí hacia una aire que te llevaba, pero a la misma vez llenaba los pulmones de un oxigeno limpio y puro que invitaba a seguir disfrutando, pero la hora avanzaba en contra nuestra, así que emprendimos la bajada, una bajada de la cual he disfrutado como nunca, sol aire fresquito de sierra, nuestro Frailes al fondo….. en fin que deciros.
Una mañana esplendida, una ruta preciosa, un acompañante inigualable y dos guardianes que no me han dejado sola ni un segundo de la experiencia.
Ya llevaba días con ganas de hacer esta buena terapia, hoy lo conseguí, y estoy muy satisfecha, hasta tal punto en que me he decidido contárosla.
Ahora os tengo que dejar, un duendecillo ha venido muy muy cabreado de fútbol, por perder un partido, y ya se le ha acabado el tiempo de relajación, ahora toca incar codos, y quiero estar con él para que le resulte más amena la tarea.
Espero que todos os vaya bien por todos lados mundo, para mi Socia, otro fuerte abrazo, con todo el cariño del mundo.
Y para todos los demás, ser felices.
Empiezo con este título, porque no tiene nada de mentira, me levante como cada mañana para preparar y llevar a mis hijos al cole, cosa que solo hago cuando puedo, siempre es el papá quien los lleva, después fui a visitar a mi médico, o más bien a que me visitara él a mí, y después de un charla bastante positiva para mí, cuando salí a la calle el sol lucía como no me acuerdo desde cuándo.
Llegue a mi casa y lo primero que he hecho ha sido abrir persianas, la casa resplandecía por los inmensos rayos de sol que la invadían, pero yo no me conformaba, me atavié con la propia equipación de los que montan en telaraña.
El chache no estaba, y mi telaraña estaba enganchada en un rulo, el cual la hace estática para practicar con ella dentro de casa, los días de mal tiempo.
Mi idea era pedalear aprovechando el sol radiante de la mañana, no sabía ni donde ni con quien, pensé se robarle la telaraña al Chache y desaparecer por esos mundos de Dios, pero mi instinto de adivina me hicieron llamar a mi cuñada, la cual me dijo que mi sobrino no había ido al cole por la huelga, y que se apuntaba a acompañarme, en ese momento llego el Chache, y mis palabras nos fueron más que estas: "o me bajas mi bici, o te quito la tuya", le faltaban pies y manos para bajarme la mía, solo de pensar que le cogiera la suya, ya le daban taquicardias, jejeje
Entre unas cosas y otras allí que estaba mi sobri, preparado para emprender una ruta sin rumbo, y lo peor a mi paso.
Al final el Chache me sugirió ir por carretera, por el tema del barro, y me dije, la fuente del raso tiene que estar preciosa, así que tita y sobrino emprendimos rumbo a la fuente del raso, en nuestra primera salida ciclista del año, con un sol bastante agradecido, una temperatura espectacular, y sobre todo una moral que aumentaba a cada pedalada.
Llegamos a la fuente del raso, y me acorde de muchos de vosotros, de Encarna, porque todavía están tus piedras para cruzar, de Pilar, y de aquel día maravilloso que echamos, que fue ¿el día del vino?.
Una vez visto la fuente, la primera idea del volver a Frailes fue descartada en un momento, las fuerzas seguían al cien por cien, los ánimos al 200 por cien, y el sol nos empujaba hacia arriba, así que pies en pedales y la siguiente parada fue en los collados de la Martina.
Allí hacia una aire que te llevaba, pero a la misma vez llenaba los pulmones de un oxigeno limpio y puro que invitaba a seguir disfrutando, pero la hora avanzaba en contra nuestra, así que emprendimos la bajada, una bajada de la cual he disfrutado como nunca, sol aire fresquito de sierra, nuestro Frailes al fondo….. en fin que deciros.
Una mañana esplendida, una ruta preciosa, un acompañante inigualable y dos guardianes que no me han dejado sola ni un segundo de la experiencia.
Ya llevaba días con ganas de hacer esta buena terapia, hoy lo conseguí, y estoy muy satisfecha, hasta tal punto en que me he decidido contárosla.
Ahora os tengo que dejar, un duendecillo ha venido muy muy cabreado de fútbol, por perder un partido, y ya se le ha acabado el tiempo de relajación, ahora toca incar codos, y quiero estar con él para que le resulte más amena la tarea.
Espero que todos os vaya bien por todos lados mundo, para mi Socia, otro fuerte abrazo, con todo el cariño del mundo.
Y para todos los demás, ser felices.