Después de una semana lluviosa, aquel día amaneció con sol, un sol no esperado, el Chache ya tenía su remolque preparado con un montón de bártulos, cubiertos por un gran plástico, parecía que nos íbamos a la vendimia, jejejeje
A las diez, habíamos quedado con los demás, y nos hubiéramos permitido fallar en todo menos en puntualidad, así que como un clavo, a las diez y pocos minutos, allí que estábamos en la puerta de Custodio el mecánico, el cual nos recibió con gran asombro, al ver lo que llevábamos.
Era un gran placer, después de mucho tiempo volver a dormir en las frías habitaciones de nuestro cortijo preferido, enmarcado en aquel precioso paisaje otoñal.......
Llegamos con gran entusiasmo, con ganas de entrar, para ver como había quedado tras su restauración, no teníamos ni idea, si había colchones para dormir, o tendríamos que dormir en el suelo, pero la hora de entrada se hacia rogar.
El día anterior, el Chache, tuvo que ir a recoger la llave, y con la intención de ir y ver como estaba de equipado, cruzo media Sierra Sur, llego al cortijo y al meter la llave en la cerradura, viendo que no entraba, no se le ocurrió otra cosa que alguien la había atascado, martillo en mano, la llave entro en la cerradura, el problema vino después, luego noooo salía!, a lo que volviendo a poner su cerebro en funcionamiento, se dio cuenta de que con tal manojo de llaves que llevaba, igual podría haber sido otra..... abatido y decepcionado, puso rumbo a Frailes, con la intención de “el fregao en el que se había metido”, tenia que salir el solito......
A las diez, habíamos quedado con los demás, y nos hubiéramos permitido fallar en todo menos en puntualidad, así que como un clavo, a las diez y pocos minutos, allí que estábamos en la puerta de Custodio el mecánico, el cual nos recibió con gran asombro, al ver lo que llevábamos.
Era un gran placer, después de mucho tiempo volver a dormir en las frías habitaciones de nuestro cortijo preferido, enmarcado en aquel precioso paisaje otoñal.......
Llegamos con gran entusiasmo, con ganas de entrar, para ver como había quedado tras su restauración, no teníamos ni idea, si había colchones para dormir, o tendríamos que dormir en el suelo, pero la hora de entrada se hacia rogar.
El día anterior, el Chache, tuvo que ir a recoger la llave, y con la intención de ir y ver como estaba de equipado, cruzo media Sierra Sur, llego al cortijo y al meter la llave en la cerradura, viendo que no entraba, no se le ocurrió otra cosa que alguien la había atascado, martillo en mano, la llave entro en la cerradura, el problema vino después, luego noooo salía!, a lo que volviendo a poner su cerebro en funcionamiento, se dio cuenta de que con tal manojo de llaves que llevaba, igual podría haber sido otra..... abatido y decepcionado, puso rumbo a Frailes, con la intención de “el fregao en el que se había metido”, tenia que salir el solito......