Preocupada por él, puesto que no tenia ni idea como le había ido la aventura, y lloviendo a cantaros que estaba, empece a escribirle un watsap, echandole la bulla por no avisarme de su llegada a Frailes a las horas que eran, pero justo antes de darle a enviar, aparecio su llamada en el móvil, de buena se habia librado. No hizo falta la pregunta, me explico que se habia cargado la cerradura de la puerta del cortijo, que habia vuelto a Frailes habia comprado una nueva, y que se iba otra vez a arreglarla, eran las once de la mañana, y un día de trabajo, así que le aconseje que al día siguiente cuando fueramos todos, ya se arreglaria el tema, y que se quedara en Frailes, le parecio mejor idea que la suya y así lo hizo.
Asi que esa mañana, con martillo, taladro y no se cuantas herramientas mas, y sobre todo con dos mecánicos que llevabamos, el cortijo abria sus puertas..... ooooo abria...... y abrio!
En primer lugar fue explorar todos, una por una de sus habitaciones, no solo habia camas, sino que tambien habia mas camas, mas colchones, mantas, almohadas, un monton de menaje de cocina, y hasta una escoba que invitaba a pensar que alguna bruja se la había dejado allí, jjjjj
Acto seguido, todos nos pusimos manos a la obra, comida, bártulos, y como no cerradura nueva puesta enseguida, casi, que era la hora de la cervecita, y allí que nos envolvimos en un tejemaneje, del cual no paramos hasta que no salimos por tomarnos un cafelico calentito.
El día era bueno, y la tarde invitava a pasear, ya que no era plan de dejarnos en el cuerpo, la harta de patatas con pimientos, huevos y chorizo que nos habiamos metido entre pecho y espalda, así que deseosos de volver a ver nuestra diosa, la peña del palo, nos pusimos rumbo a ella....
Asi que esa mañana, con martillo, taladro y no se cuantas herramientas mas, y sobre todo con dos mecánicos que llevabamos, el cortijo abria sus puertas..... ooooo abria...... y abrio!
En primer lugar fue explorar todos, una por una de sus habitaciones, no solo habia camas, sino que tambien habia mas camas, mas colchones, mantas, almohadas, un monton de menaje de cocina, y hasta una escoba que invitaba a pensar que alguna bruja se la había dejado allí, jjjjj
Acto seguido, todos nos pusimos manos a la obra, comida, bártulos, y como no cerradura nueva puesta enseguida, casi, que era la hora de la cervecita, y allí que nos envolvimos en un tejemaneje, del cual no paramos hasta que no salimos por tomarnos un cafelico calentito.
El día era bueno, y la tarde invitava a pasear, ya que no era plan de dejarnos en el cuerpo, la harta de patatas con pimientos, huevos y chorizo que nos habiamos metido entre pecho y espalda, así que deseosos de volver a ver nuestra diosa, la peña del palo, nos pusimos rumbo a ella....