Preciosa la iglesia de Fuensanta, tierra que me adoptó para llevarla en mi corazón en la que me convertí en bisnieto, nieto, hijo y sobrino. Por donde quiera que voy llevo tu aceite, tu gente y tus tierras como mias, con orgullo y añoranza... Aqui se casaron nuestros amigos y velamos a nuestros mayores, templo de lagrimas de alegria y de lamento.. a la que tanto aporto mi abuela.