Ese proceso espontáneo e imparable, al cual según tú no tiene futuro oponerse, la cruda realidad hará que se pare espontáneamente, sin que tú ni yo hagamos nada por pararlo. Ese momento llegará cuando el que vaya a pasar un fin de semana a su apartamento en la costa, abra el grifo y compruebe que no sale más que aire o vaya a jugar al golf y el green esté seco, o vaya a bañarse en la piscina y esté vacía, o vaya a beber agua y tenga que comprarla en el súper, porque desde la "España seca" ya no habrá más agua que trasvasar (te recuerdo que en el momento actual, los pantanos de la cabecera del Tajo, desde donde se hacen los trasvases a Levante, después de varias semanas lloviendo, están al 12% de su capacidad). Creo que en algún momento, alguien sensato se dará cuenta que no se puede estrujar más el limón, y que hay que ir pensando en otras soluciones diferentes, soluciones mirando al futuro. Y por donde va el futuro es por la desalación. Eso sí que es imparable y a eso es a lo que no tiene sentido oponerse. Lo contrario, es cerrar los ojos a la realidad y seguir pidiendo lo imposible.