La
calle del Barranquete es una de las más antiguas del
pueblo y en ella se dieron casos realmente de record al contar con
casas de tamaño reducidísimo lo que hoy no ocurre. Al final de la misma estaba la
ermita de la
Virgen del
Campo y por esta calle discurría la
procesión al "postrero día de la Pascua del Espíritu
Santo". Curiosamente es la última calle que "pisan" los difuntos
camino del
cementerio.