En el corto espacio de tiempo que la
Virgen procesiona hasta su
ermita se ha colocado de todas las maneras (mirando adelante y atrás). Lo curioso es que siempre ha habido defensores y detractores. ¡Que más da!. Lo importante es que la tengamos entre nosotros y manifestemos hacia ella lo que sentimos. ¡Viva mi Virgen, que yo te quiero de cualquier manera!