Las maderas de esta
plaza de
vaquillas con tanto encanto eran traídas de
Benatae al ser prestada por sus alcaldes. Primero por Cándido Cobo, un
médico genavero que regentó este
pueblo durante varios años y luego por el maestro Martín Millán, también alcalde, que dejó en
Génave una profunda e interesante labor docente.