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Esta claro que cada uno tenemos una idea diferente de lo que se podría hacer y como hacerlo , pero también tendriamos que tener presente la petición de los pequeños, no olvidemos que el prao siempre ha sido un lugar de juegos para los más pequeños. La sombra de un gran árbol les viene muy bien a todos aquellos niños que no se resignan a dormir la siesta y prefieren salir a la calle a jugar. Preguntarles, seguro que les gustará sentirse protagonistas.
Un saludo.
Un saludo.