Recientes investigaciones permiten afirmar que la fritura es un proceso beneficioso para el hombre desde el punto de vista de su fisiología, pues evita el daño térmico de los alimentos. El que la fritura se digiera bien o resulte pesada para el estómago depende en gran parte de la clase de aceite que se utilice y de la temperatura o forma en que se fría. Los resultados llevados a cabo con sujetos sanos y en pacientes con alteraciones gastroduodenales (gastritis, úlcera, alteraciones hepáticas y biliares...) han demostrado que la ingesta de alimentos sometidos a frituta con aceite de oliva no se relacionan con estas patologías.
El aceite de oliva es esencial para las frituras si no se calienta en exceso porque conserva muy bien sus propiedades dietéticas, no sólo por la presencia de antioxidantes sino también por su presencia de ácido oleico.
Otra ventaja de la fritura en aceite de oliva es la formación de una corteza en la superficie del alimento que impide la penetración al interior y por ello mejora su sabor.
El aceite de oliva es esencial para las frituras si no se calienta en exceso porque conserva muy bien sus propiedades dietéticas, no sólo por la presencia de antioxidantes sino también por su presencia de ácido oleico.
Otra ventaja de la fritura en aceite de oliva es la formación de una corteza en la superficie del alimento que impide la penetración al interior y por ello mejora su sabor.