Lo de la mala uva lo digo por la intencionalidad de la pregunta y el trasfondo que deja.
Naturalmente que debe saberse si hay o no sueldo y su cuantia y criticarlo si fuera abusivo. Pero dejemos de hacer demagogia. Un alcalde en un pueblo incluso de las dimensiones de las de Génave, en estos tiempos debe dedicarle horas cada dia si quiere controlar, dirigir e impulsar la gestión. Debe estar presente el máximo tiempo posible y a disposición de los vecinos y por ello, sin que se hable de dedicación exclusiva, compaginar esa tarea con el cuidado de lo suyo particular.
Todos los alcaldes de pueblos como Génave cobran por su dedicación, lo que ocurre es que algunos lo hacen mediante unos porcentajes sobre gasto y presupuesto y otros acuerdan un sueldo-compensación modesto.
Esto último me parece más transparente y controlable. Lo de las comisiones se presta al oscurantismo y no hay forma de controlarlo.
Lo demás ( amor al pueblo) son ganas de hacer marear y hacer demagogia.
Las cosas claras, si ha de ponerse un sueldo que se sepa cuanto y no dar lugar a los trapicheos de porcentajes.
Naturalmente que debe saberse si hay o no sueldo y su cuantia y criticarlo si fuera abusivo. Pero dejemos de hacer demagogia. Un alcalde en un pueblo incluso de las dimensiones de las de Génave, en estos tiempos debe dedicarle horas cada dia si quiere controlar, dirigir e impulsar la gestión. Debe estar presente el máximo tiempo posible y a disposición de los vecinos y por ello, sin que se hable de dedicación exclusiva, compaginar esa tarea con el cuidado de lo suyo particular.
Todos los alcaldes de pueblos como Génave cobran por su dedicación, lo que ocurre es que algunos lo hacen mediante unos porcentajes sobre gasto y presupuesto y otros acuerdan un sueldo-compensación modesto.
Esto último me parece más transparente y controlable. Lo de las comisiones se presta al oscurantismo y no hay forma de controlarlo.
Lo demás ( amor al pueblo) son ganas de hacer marear y hacer demagogia.
Las cosas claras, si ha de ponerse un sueldo que se sepa cuanto y no dar lugar a los trapicheos de porcentajes.