Muchas gracias a todos por las muestras de cariño recibidas, es una gran satisfacción sentirse así de arropado por tantas y tantas personas amigas, gracias una vez más. Lo cierto es que desde la Fé tenemos la plena y absoluta seguridad de que mi hermana no ha muerto, sino que ha nacido a la verdadera vida, habiendo así alcanzado la plenitud con Dios y La Virgen.
Eduardo.
Eduardo.