Está claro que con la clase se nace, no se hace. Cuando tengáis un poco de perspectiva, os daréis cuenta que alcalde como Jesús no habéis tenido, ni tendréis, en mucho tiempo. Pero bueno, es más fácil quejarse. Cuando pasen unos meses, ya os quejaréis de la actual corporación de gobierno, porque las cosas, caen por su propio peso, y ellos caerán solos, sin ayuda de nadie.
Entonces os acordaréis de Jesús, y de que no era tan mal alcalde. Entonces os acordaréis de todas las cosas que hizo por vosotros, sin pedir nada a cambio, y del empeño y voluntad que puso en ello. Quizá en ese momento seáis capaces de daros cuenta de los errores que cometísteis, y de lo injustos que habéis sido, aunque no seáis capaces de reconocerlo por orgullo.
Pero si conseguís llegar a este punto, ya será tarde, porque todo estará perdido. A ver cómo dejó Jesús el pueblo y cómo está llegado este punto.
Es muy fácil quejarse, pero difícil aportar soluciones.
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