Eso del periodista de Granada también ha sido gordo. Luego ha dimitido y ha pedido perdón por su actitud, pero es lo que tú dices, Martinico, que les sale la vena en cuanto la ocasión se presenta. Qué asco de despotismo, de machismo y de intolerancia! ¡Qué asco de políticos machistas y prepotentes! ¡Lo que nos queda por ver!