Qué bien me lo pasé en la piscina de Huesa con 17 años. Era el centro de encuentro con mi amor durante aquel maravilloso verano en el que descubrí la pasión, por lo menos por mi parte. Tengo recuerdos preciosos de esa época. Aún sigo viendo a aquel primer amor cuando regreso al pueblo en vacaciones. Tenemos 15 años más, y cada uno, sus vidas, pero aún cuando nos cruzamos por la calle se nos ilumina la mirada con aquellos tiempos.