¡Aquí Radio Pirenaica, la única emisora no controlada por Franco! Ése era el inicio de aquella emisora, que emitía desde Checoslovaquia, creo haber oído. Era la única manera de enterarse un poco de lo que pasaba por el mundo y por España. También a nosotros nos advertían de que no dijéramos nada a nadie, era muy peligroso. No estoy de acuerdo en que cualquier tiempo pasado fue mejor, como dicen algunos. No cambio los tiempos actuales, a pesar de los problemas que haya, por aquellos bajo ningún concepto.
¡Ay, las cámaras! Eran la despensa de las casas, sobre todo para sobrevivir en invierno. Allí estaba el depósito del aceite en un rincón, la matanza colgada en el techo secándose y, cuando se secaba, los embutidos fritos y metidos en las orzas cubiertos de aceite, las "granás" colgadas con espartos machacados, el pan de higo que sabía a hinojo, las panochas floreras para hacer flores, y no palomitas, las ristras de ajos, las trojes para el cereal, y tantas cosas más. El problema principal era cuando había que pasar el invierno con la cámara vacía, ahí la cosa se ponía muy dura.
Por supuesto que sé lo que es un sequero. Era una estructura hecha con cuatro palos verticales y un enrejado de cañas donde se secaban los higos. Los higos maduros se recogían y se extendían sobre el sequero, allí estaban hasta que se secaban, después se escaldaban con hinojo, se enharinaban, se prensaban y, o bien se comían tal cual o se hacía pan de higo. También se secaban los tomates y alguna cosa más.
Cuando se vive una etapa como ésa, uno no tiene perspectiva para juzgarla, porque al no tener otras referencias no se puede comparar con nada, quizá por eso tenemos esos recuerdos de infancia y, sobre todo, porque muy mal tiene que estar la cosa para que un niño no juegue y se divierta con lo que tiene a su alcance. Yo fui feliz en mi infancia, pero desde la perspectiva de hoy reconozco que fueron ti
empos muy difíciles.
Bueno Martinico, otro día contaré más cosas.
Saludos
¡Ay, las cámaras! Eran la despensa de las casas, sobre todo para sobrevivir en invierno. Allí estaba el depósito del aceite en un rincón, la matanza colgada en el techo secándose y, cuando se secaba, los embutidos fritos y metidos en las orzas cubiertos de aceite, las "granás" colgadas con espartos machacados, el pan de higo que sabía a hinojo, las panochas floreras para hacer flores, y no palomitas, las ristras de ajos, las trojes para el cereal, y tantas cosas más. El problema principal era cuando había que pasar el invierno con la cámara vacía, ahí la cosa se ponía muy dura.
Por supuesto que sé lo que es un sequero. Era una estructura hecha con cuatro palos verticales y un enrejado de cañas donde se secaban los higos. Los higos maduros se recogían y se extendían sobre el sequero, allí estaban hasta que se secaban, después se escaldaban con hinojo, se enharinaban, se prensaban y, o bien se comían tal cual o se hacía pan de higo. También se secaban los tomates y alguna cosa más.
Cuando se vive una etapa como ésa, uno no tiene perspectiva para juzgarla, porque al no tener otras referencias no se puede comparar con nada, quizá por eso tenemos esos recuerdos de infancia y, sobre todo, porque muy mal tiene que estar la cosa para que un niño no juegue y se divierta con lo que tiene a su alcance. Yo fui feliz en mi infancia, pero desde la perspectiva de hoy reconozco que fueron ti
empos muy difíciles.
Bueno Martinico, otro día contaré más cosas.
Saludos
