Pregunta el profe:
¿Qué es un monólogo?
Contesta el alumno:
Una conversación entre mi madre y mi padre.
Éste es uno de los tantísimos chistes malos que circulan por el mundo.
Aguilachic@, de vez en cuando está bien dejarnos querer y que nos mimen, que a nadie le amarga un dulce. Tú aprovéchate de la situación ahora, que ya mismo tendrás que volver a coger el timón, aunque no estés recuperada del todo. Ya verás que brazo más precioso te va a quedar. Va a ser la envidia del otro. Capaz es de hacerse otro mantecado para que le operen.
Bueno Perla, paso a explicarte mi atuendo bodil.
Yo tengo un traje oficial para bodas. Se acaba la ceremonia y antes de que se me arrugue ya me quito el disfraz y paso a otro más normalito y más cómodo. Como las tres últimas bodas me han coincidido en primavera y en otoño y en un plazo de año y medio, pues me ha venido de perilla el susodicho traje, que es para esa temporada.
En síntesis:
Traje de pantalón (casi nunca llevo falda) de color verde muy clarito, que consta de pantalón y lo que llamamos un cuerpo desmangado.
Chaqueta de gasa muy transparente bordada en tonos beis y verdes.
Zapatos de medio tacón plateados y carterita a juego.
Peinado de pelu para completar el disfraz.
Accesorios discretos, que ya me veo suficientemente disfrazada como para colgarme muchos collares y pulseras.
Eso sólo para las ceremonias, que para las comidas o cenas me suelo poner más comodita y, por lo que estoy viendo, hay bastantes personas que hacen lo que yo, sobre todo se cambian los zapatos.
Fue una boda de más de 300 personas, con muchísima gente joven que se lo pasaron muy bien. Personas mayores no estaríamos más de treinta.
Gracias a que pusieron el aire acondicionado, porque en la calle había 31 grados a las 10 de la noche. Fue un día excesivamente caluroso para esta época del año. A las tres de la mañana seguíamos por encima de los 30º.
Pero en resumen todo estuvo muy bien.
¿Qué, Perla, qué te ha parecido la crónica?
Besitos.
¿Qué es un monólogo?
Contesta el alumno:
Una conversación entre mi madre y mi padre.
Éste es uno de los tantísimos chistes malos que circulan por el mundo.
Aguilachic@, de vez en cuando está bien dejarnos querer y que nos mimen, que a nadie le amarga un dulce. Tú aprovéchate de la situación ahora, que ya mismo tendrás que volver a coger el timón, aunque no estés recuperada del todo. Ya verás que brazo más precioso te va a quedar. Va a ser la envidia del otro. Capaz es de hacerse otro mantecado para que le operen.
Bueno Perla, paso a explicarte mi atuendo bodil.
Yo tengo un traje oficial para bodas. Se acaba la ceremonia y antes de que se me arrugue ya me quito el disfraz y paso a otro más normalito y más cómodo. Como las tres últimas bodas me han coincidido en primavera y en otoño y en un plazo de año y medio, pues me ha venido de perilla el susodicho traje, que es para esa temporada.
En síntesis:
Traje de pantalón (casi nunca llevo falda) de color verde muy clarito, que consta de pantalón y lo que llamamos un cuerpo desmangado.
Chaqueta de gasa muy transparente bordada en tonos beis y verdes.
Zapatos de medio tacón plateados y carterita a juego.
Peinado de pelu para completar el disfraz.
Accesorios discretos, que ya me veo suficientemente disfrazada como para colgarme muchos collares y pulseras.
Eso sólo para las ceremonias, que para las comidas o cenas me suelo poner más comodita y, por lo que estoy viendo, hay bastantes personas que hacen lo que yo, sobre todo se cambian los zapatos.
Fue una boda de más de 300 personas, con muchísima gente joven que se lo pasaron muy bien. Personas mayores no estaríamos más de treinta.
Gracias a que pusieron el aire acondicionado, porque en la calle había 31 grados a las 10 de la noche. Fue un día excesivamente caluroso para esta época del año. A las tres de la mañana seguíamos por encima de los 30º.
Pero en resumen todo estuvo muy bien.
¿Qué, Perla, qué te ha parecido la crónica?
Besitos.