Una vez obtenido el permiso de su autor, cumplo lo dicho y copio el pregón. Va en varios mensajes al no caber todo en uno solo.
Buenas noches Sr. Alcalde. Buenas noches Sras. y Sres. Concejales. Buenas noches resto autoridades. Buenas noches paisanos y paisanas.
Vaya por delante que este pregón, como todos los pregones, es vuestro, es del pueblo, de los que estáis ahí aguantando estoicamente. No obstante permitidme que lo dedique también a mis amigos, que han venido expresamente de otros sitios a acompañarme esta noche; a mi querida familia y, especialmente, a la memoria de mi padre, al que muchos de vosotros conocisteis personalmente y otros, más jóvenes, probablemente habréis oído hablar de él.
Constituye para mí un inmenso honor estar aquí esta noche pregonando la feria y fiestas de 2012. Y digo que es un honor, porque no tiene uno muchas ocasiones a lo largo de su vida, como yo en este momento, de proclamar a los cuatro vientos lo que siente por su pueblo. Considero que es un honor que no merezco pero el aliento de muchas personas, especialmente el de mi madre, me indujeron a aceptar el reto.
También por delante mi saludo afectuoso para todos aquellos hueseños que por avatares del destino no se encuentran durante estos días entre nosotros y, naturalmente, un saludo también entrañable para todos aquellos que no habiendo nacido aquí se han incorporado de pleno derecho y como uno más a nuestras costumbres y forma de vida.
Fue después de aceptar este reto cuando comencé a darme cuenta de la responsabilidad que había asumido. A pesar de todo nunca pensé renunciar, sino todo lo contrario, decidí que debía esforzarme al máximo para ser digno pregonero de mi pueblo, de este pueblo al que tanto respeto y quiero. Muchos de vosotros os preguntareis quien es éste que tiene el atrevimiento de pregonar nuestras fiestas, y tenéis toda la razón, es mucho atrevimiento por mi parte, pero es mayor mi cariño y mi gratitud para con todos vosotros; yo mismo me preguntaba qué voy a deciros que vosotros no conozcáis mejor que yo.
Uno, que ha oído ya algún que otro pregón, no es muy partidario de aquéllos que se extienden sobre vicisitudes históricas, problemas actuales y posibilidades futuras del lugar, dando lugar a pregones largos, pesados, farragosos y de difícil entendimiento. A veces también se aprovechan estas tribunas para ejercer la crítica o la alabanza desproporcionadas. Sin tener en cuenta que tanto la una como la otra, como decía el torero en alusión a la razón y la verdad, “están mu repartías”. No van a ir por ahí mis palabras aunque alusión, aunque sea breve, a lo que es nuestra historia sí que voy a hacer. Y lo haré brevemente y con conocimiento de causa, no en vano tanto yo como otras personas del pueblo llevamos muchos años y horas de sueño dedicados a investigar, dentro de nuestras posibilidades, lo que históricamente ocurrió por estas tierras en épocas pasadas. Confío que algún día podamos unir saberes y esfuerzos y eso dé como resultado que salga a la luz ese trabajo que, posiblemente sólo importe a los que somos de aquí o a nuestros descendientes. Para nosotros, y creo hablar en nombre de ellos, sería más que suficiente.
Decía Francisco GARCÍA PAVÓN, el gran escritor de Tomelloso, que "no hay tierra buena ni mala, no hay más que la de uno". La nuestra no es mejor ni peor que otras pero sí tiene algo que la hace inconfundiblemente peculiar: “es la nuestra”. Y tenemos que estar orgullosos de ella como lo estuvieron los que en épocas pasadas la consideraron como suya. Los que hace más de 2.500 años establecieron su hábitat en lo que llamamos “Castellones de Ceal”, primer vestigio documentado de ocupación de estas tierras. Como también lo estuvieron los que habitaron aquí en la época de dominación romana, durante más de 500 años. También lo estuvieron, estoy seguro, los que en la época de dominación musulmana y los que en la posterior Reconquista, mediante repoblaciones, empezaron a dar forma de pueblo a lo que en la actualidad conocemos como Huesa. Me atrevería a decir que también lo estuvieron aquellos pobladores de la cultura argárica, en la Edad del Bronce, hace más de 4.500 años, que no tuvieron más remedio que utilizar como vía de comunicación entre las tierras altas y las tierras bajas de Andalucía el cauce de nuestro Guadiana Menor al que muchos expertos, y yo me uno a esa opinión, consideran el auténtico Guadalquivir, el auténtico Betis que vertebra Andalucía, a la que tanto aporta y a la que ha formado geológica, histórica y socialmente.
Sigue....
Buenas noches Sr. Alcalde. Buenas noches Sras. y Sres. Concejales. Buenas noches resto autoridades. Buenas noches paisanos y paisanas.
Vaya por delante que este pregón, como todos los pregones, es vuestro, es del pueblo, de los que estáis ahí aguantando estoicamente. No obstante permitidme que lo dedique también a mis amigos, que han venido expresamente de otros sitios a acompañarme esta noche; a mi querida familia y, especialmente, a la memoria de mi padre, al que muchos de vosotros conocisteis personalmente y otros, más jóvenes, probablemente habréis oído hablar de él.
Constituye para mí un inmenso honor estar aquí esta noche pregonando la feria y fiestas de 2012. Y digo que es un honor, porque no tiene uno muchas ocasiones a lo largo de su vida, como yo en este momento, de proclamar a los cuatro vientos lo que siente por su pueblo. Considero que es un honor que no merezco pero el aliento de muchas personas, especialmente el de mi madre, me indujeron a aceptar el reto.
También por delante mi saludo afectuoso para todos aquellos hueseños que por avatares del destino no se encuentran durante estos días entre nosotros y, naturalmente, un saludo también entrañable para todos aquellos que no habiendo nacido aquí se han incorporado de pleno derecho y como uno más a nuestras costumbres y forma de vida.
Fue después de aceptar este reto cuando comencé a darme cuenta de la responsabilidad que había asumido. A pesar de todo nunca pensé renunciar, sino todo lo contrario, decidí que debía esforzarme al máximo para ser digno pregonero de mi pueblo, de este pueblo al que tanto respeto y quiero. Muchos de vosotros os preguntareis quien es éste que tiene el atrevimiento de pregonar nuestras fiestas, y tenéis toda la razón, es mucho atrevimiento por mi parte, pero es mayor mi cariño y mi gratitud para con todos vosotros; yo mismo me preguntaba qué voy a deciros que vosotros no conozcáis mejor que yo.
Uno, que ha oído ya algún que otro pregón, no es muy partidario de aquéllos que se extienden sobre vicisitudes históricas, problemas actuales y posibilidades futuras del lugar, dando lugar a pregones largos, pesados, farragosos y de difícil entendimiento. A veces también se aprovechan estas tribunas para ejercer la crítica o la alabanza desproporcionadas. Sin tener en cuenta que tanto la una como la otra, como decía el torero en alusión a la razón y la verdad, “están mu repartías”. No van a ir por ahí mis palabras aunque alusión, aunque sea breve, a lo que es nuestra historia sí que voy a hacer. Y lo haré brevemente y con conocimiento de causa, no en vano tanto yo como otras personas del pueblo llevamos muchos años y horas de sueño dedicados a investigar, dentro de nuestras posibilidades, lo que históricamente ocurrió por estas tierras en épocas pasadas. Confío que algún día podamos unir saberes y esfuerzos y eso dé como resultado que salga a la luz ese trabajo que, posiblemente sólo importe a los que somos de aquí o a nuestros descendientes. Para nosotros, y creo hablar en nombre de ellos, sería más que suficiente.
Decía Francisco GARCÍA PAVÓN, el gran escritor de Tomelloso, que "no hay tierra buena ni mala, no hay más que la de uno". La nuestra no es mejor ni peor que otras pero sí tiene algo que la hace inconfundiblemente peculiar: “es la nuestra”. Y tenemos que estar orgullosos de ella como lo estuvieron los que en épocas pasadas la consideraron como suya. Los que hace más de 2.500 años establecieron su hábitat en lo que llamamos “Castellones de Ceal”, primer vestigio documentado de ocupación de estas tierras. Como también lo estuvieron los que habitaron aquí en la época de dominación romana, durante más de 500 años. También lo estuvieron, estoy seguro, los que en la época de dominación musulmana y los que en la posterior Reconquista, mediante repoblaciones, empezaron a dar forma de pueblo a lo que en la actualidad conocemos como Huesa. Me atrevería a decir que también lo estuvieron aquellos pobladores de la cultura argárica, en la Edad del Bronce, hace más de 4.500 años, que no tuvieron más remedio que utilizar como vía de comunicación entre las tierras altas y las tierras bajas de Andalucía el cauce de nuestro Guadiana Menor al que muchos expertos, y yo me uno a esa opinión, consideran el auténtico Guadalquivir, el auténtico Betis que vertebra Andalucía, a la que tanto aporta y a la que ha formado geológica, histórica y socialmente.
Sigue....