Sin lugar a dudas, repugna que esos asesinos y violadores puedan salir a la calle sin ningún signo de arrepentimiento ni rehabilitación, porque la cárcel no rehabilita a nadie, sino que lo empeora. Pero la ley ha de ser ley para todos y no podemos sólo estar de acuerdo cuando no choca con nuestro planteamiento.
Hoy tenemos aquí al excelso Fabra, lo digo por si queréis que le diga algo.
Hoy tenemos aquí al excelso Fabra, lo digo por si queréis que le diga algo.