Yo leí tu comentario, Martinico, me pareció más o menos en tu línea. Anoche cuando quise añadir mi comentario me di cuenta de que ya no estaba. Me sorprendió.
Ahí estamos, Martinico, reprimiendo y adoctrinando al pueblo cada vez más. Una vergüenza que no nos tiene que callar, sino todo lo contrario. No cedamos terreno por muchas barreras que nos quieran poner.
Tú sigue siendo el que eres.
Ahí estamos, Martinico, reprimiendo y adoctrinando al pueblo cada vez más. Una vergüenza que no nos tiene que callar, sino todo lo contrario. No cedamos terreno por muchas barreras que nos quieran poner.
Tú sigue siendo el que eres.