Fui, marché, fotografié, revolví y al fin comí...
I. I. I. Ii
Por cierto que tengo que reconocer que fuimos atendidos espléndidamente por el camarero, estaba solo para toda la sala y se maneja con mucha soltura, en estos tiempos en los que tomarte una simple cerveza se convierte en un ejercicio de paciencia por la falta de profesionales se agradece la atención del
joven.