[...] se despeñó el instante en otro y otro,
Dormí sueños de
piedra que no sueña
Y al cabo de los años como
piedras
Oí cantar mi sangre encarcelada,
Con un rumor de luz el
mar cantaba,
Una a una cedían las
murallas,
Todas las
puertas se desmoronaban
Y el sol entraba a saco por mi frente,
Despegaba mis párpados cerrados,
Desprendía mi ser de su envoltura,
Me arrancaba de mí, me separaba
De mi bruto dormir siglos de piedra
Y su magia de
espejos revivía
Un sauce de cristal, un chopo de
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