Las palabras contienen la vida.
Con las palabras podemos amar, consolar, una palabra nos puede abrir la
puerta a la esperanza.
También hay palabras que hieren como lanzas, que duelen, que matan, con falsas palabras podemos calumniar y hacer mucho daño.
Seamos generosos con las palabras que pueden ser un bálsamo para el alma, regalemos palabras de cariño.
Nosotros somos los dueños de nuestras palabras, y a veces esclavos de ellas...
cuando lanzamos una palabra al aire ya no nos pertenece, pertenece
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