(CONTINUACIÓN)
El “Coto Minero” de Linares tiene las señales inequívocas de una región habitada por la memoria que aboca a la nostalgia. En esa dilatada memoria no acierta uno a saber descifrar si la Historia de Linares hizo a las minas o fueron éstas las que perfilaron a la ciudad. Deambulando por el coto minero, como Don Quijote, uno trastoca los molinos de viento por cabrias y se lanza a la batalla contra los molinos encarnados en sentimientos. En cada extinto yacimiento se ve el antiguo resplandor ... (ver texto completo)
El “Coto Minero” de Linares tiene las señales inequívocas de una región habitada por la memoria que aboca a la nostalgia. En esa dilatada memoria no acierta uno a saber descifrar si la Historia de Linares hizo a las minas o fueron éstas las que perfilaron a la ciudad. Deambulando por el coto minero, como Don Quijote, uno trastoca los molinos de viento por cabrias y se lanza a la batalla contra los molinos encarnados en sentimientos. En cada extinto yacimiento se ve el antiguo resplandor ... (ver texto completo)
"Ya solo me queda, para finalizar, realizar una reflexión personal: No entiendo porqué la asistencia de público (aunque parece que cada vez hay más animación) no es mayor de la que suele ser habitual. Tal vez, como en otras tantas cosas que ocurren en Jimena, las “banderías” políticas son determinantes a la hora de tomar partido sobre temas que nada tienen que ver con la política. Quizás, para algunos, el hecho de que Juan “Caracol” y Paco “El de Caniles” (los grandes animadores de la Peña Flamenca), ... (ver texto completo)