Realmente no recuerdo haberlos comido; sí que tengo en la memoria cuando mis tios se iba a cazarlos y luego se los comían ligando, e incluso me llega la idea de que se los vendían a Manolito para ponerlos ´como "tapa" en la taberna.
Pues están riquísimos, y que no salgan ahora los ecologistas en su defensa, si luego son capaces de ir a un restaurante y piden "lechal".