Elegante manera de decirlo, si señor.
Un saludo
Hola apm, qué gusto saludarte. Mira, la religiosidad estaba tan arraigada en mí, que recién llegada a
Venezuela, asistiendo a mis primeras clases, en más de una ocasión, cuando llegaba retrasada al
salón de clase, entraba saludando con un "Ave María Purísima", y cuando la profe pasaba la lista de la asistencia, al oir mi nombre, casi siempre tartamudeaba para que no me saliera mi espontáneo "Viva Jesús"; por supuesto, las caras de los demás alumnos eran todo un poema.