¡Bienaventurados los limpios de estómago!
No podemos pecar,
las sardinas que sigan en el mar,
las perdices que vuelen,
las vacas que pasten
los cerdos que se encenaguen
los pollos que lleguen a gallos para poder cantar
pobres gambas cuando salen del mar,
y esa merluza a la plancha para los que hacemos régimen,
debemos pensar que el bacalo es "sagrado", pues solo se ha de comer en tiempo de Cuaresma, cuando prohibida la carne esté.
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La Biblia lo dice claro, Dios creó a los animales para servir al hombre. Pero.... ¡a todos los hombres!, no a unos en particular. Éticamente tenemos la obligación de mantener y transmitir aquello de lo que nos servimos.
Te pondré una metáfora, como a tí te gusta expresarte.
Si tienes un
coche es para viajar. No lo tienes permanentemente aparcado para que no se estropee. Asumes su desgaste por el uso.
Pero tampoco se te ocurre cagarte en él, orinarte, romper su tapicería, etc.
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