En mis tiempos, aunque no existían las charangas, recuerdo que el Domingo de Ramos era muy bonito.
Nunca lo he puesto en duda, pero es que este año se han dado una serie de condicionamientos que lo han ensalzado un poquito mas "si cabe", algo tan fundamental como un gran día soleado, hace que todo se magnifique a su alrededor, hasta las "lesiones del Palomero"