No es mio, pero compartí toda una mañana por sus dominios, con él a mi lado, no me dejaba, ya se sabe que solo puede haber un gallo en un corral y temía por sus posesiones viéndome tan cerca.
Entiendo, en el mundo animal el concepto de posesión de territorio esta muy arraigado, lo llevan en la sangre y lo defienden aveces hasta la muerte.
Veo que al final los dos continuais en la brecha, buena
señal, al final hubo entendimiento. Me alegro.
un saludo