Mariano yo también recuerdo los braseros en la lata, y los SABAÑONES, mi madre por las noches, en la cama, antes de dormir, nos daba unas friegas con un ungüento, creo que era glicerina, y parece ser que el dolor se hacía más llevadero.
Que tiempos hemos vivido! yo creo, que por eso precisamente, hemos salido tan duros.
Un saludo.
Que tiempos hemos vivido! yo creo, que por eso precisamente, hemos salido tan duros.
Un saludo.
me he confundido, las friegas, nos las daba mi madre en las rodillas, que del frío que hacia se nos agrietaban.