Hola Mariano, aquì estoy con mi mamà a quien le acabo de leer este precioso relato tuyo; te manda a decir que le has hecho recordar todas esas cosas tan inolvidables para èlla, pues siempre èlla nos insiste que ya las cosas no tienen el mismo gusto que antes, aunque se viva economicamente mejor (es su opiniòn y ademàs la fundamenta ¿què tal?). Como siempre, amigo, tu escrito me transporta a una època, que como bien dice mi madre, quizàs tenìamos carencias econòmicas, pero yo tambièn la recuerdo como... Mariano: que bonito paseo nos has dado en la memoria del dia siete, cuantas personas, cuantos olores, cuantos sabores, cuantas sensaciones, cuantos sentimientos compartidos...
Y al final como bien dices esa " gran mancha "... esa muerte tan absurda, tan dolorosa, ya siempre, en el dia siete, un recuerdo para Diego.
Rafi. Debía de ser todo muy parecido a como lo cuentas, y para todos. En los relatos en mi casa tambien nos cantaban las excelencias de los dulces, la alegria por el estreno de alguna prenda, la mezcla de expectación y miedo por el toro... En fin, todo aquello que era inusual en tiempos de tantas carencias.
Quizás ese espíritu hoy en tiempos de, más que abundancia, derroche, se haya perdido.
Pero bueno, siempre está bien tener motivos para juntarse con amigos y familia y disfrutar de ello.
Un saludo Y lo bien que baila con su marido. Que bien se ven mis chachas, un saludo para ellas.