Pues debo confesar que en el archivo donde tenía ese recuerdo, me lo debió de robar "el alemán", ese que nos quita la memoría. Chica que tú lo has visto con tus propios ojitos, ¡monada, es que no te acuerdas del derribo de la Iglesia! ¿Dónde es eso? ¡Diosmío, que ahora le toca al techo, no va quedar "piedra sobre piedra".