¡Esos mismos son! Uyyy, nada más verlos, la memoria gustativa y la olfativa se despertó..., me parece tenerlos en la boca..., digo, por la saliva que estoy tragando... Los cangrejitos, aunque costosos, sí se ven por aquí, pero no así ese tipo de camarones. Algún día los volveré a saborear y para que sea completa la cuestión, debe ser en Jimena, un hermoso día de verano...
Un abrazo y saludos a tu esposa. Ana Ana, aquí tienes los camarones, voy a buscarte el turron. ¿estaban salaillos?, bien podías enviar un carapuchete.
un abrazo