Parece ser que toda la sala redonda, o sea en el lugar donde se halla la pintura del barco, estaba llena de frescos, que por unas causas u otras han desaparecido, como ocurre con la pintura esquemática que nos ocupa, aunque es un conjunto de difícil interpretación, llegué a conocer su existencia porque un día, ya muy lejano, cuando se empezó a restaurar el Castillo o Casa Castillo, como así le llamaba el señor que empezó dicha obra (del que no recuerdo su nombre en estos momentos, solo se que venía...