Alguno dirá, bueno por fin ha terminado el coñazo del Tera y el viaje que a ninguno nos importa. Tal vez, alguno recordará esta estrofa que cantaba Georges Brassens en “La mala reputación”: Todos me miran mal \ salvo los ciegos, es natural. Bueno espero que no sea este mi caso.
La verdad, es que yo soy el primero en lamentar que el texto completo del viaje haya salido tan fragmentado y separado en el tiempo. Pero, por las exigencias del Censor del Foro, eso es lo que hay.... (CONTINUACIÓN)
Nos despedimos de Esmeraldo y con la velocidad mínima permitida (para ver mejor los paisajes) fuimos atravesando sosegadamente, algunas de las localidades del Valle. En en poco menos de una hora desembarcábamos en la Plaza Mayor del pueblo dónde se levanta la Iglesiarománica de Santa Marta de Tera, que le da su nombre. Casi al lado de la Iglesia, se encuentra un Albergue de Peregrinos con capacidad para treinta personas, pues, como ya hemos dicho antes, Santa Marta es el final... Que religioso, se nos está
volviendo nuestro amigo
Luismarín, y luego dice de mí...
(Por cierto Luis, por qué le llaman
el ojo de Dios?, yo sólo veo un resplandor,
es ese el ojo?) El niño perdido y hallado....
Un Salúdo. Con el repullo que te dan ¿como te has metido tú ahí?