Mari y Andrés, aunque ya sois personas adultas, quienes os hemos conocido de toda la vida, seguís manteniendo los rasgos de esos niños que fuísteis. En cuanto a Paqui, qué decir: pues que lamenté muchísimo su pérdia. Fue una pérdida de las más injustas que hay en esta caprichosa vida. Siempre la recordaremos tal como fue; una mujer sencilla, amiga de sus amigas y una gran compañera en la escuela cuando nos las teníamos que ver con Pedro Lete o con Bolin-Bolón o con Juan de Dios ¿os acordais, compañeras cuando al día siguiente en la escuela nos preguntaba Pedro Lete por algún tema y al no saber responder nos soltaba: claro, como ayer estábais tonteando en la plaza.¡Qué buenos recuerdos! y en ellos, está nuestra Paqui. Un beso para toda la familia. Soy una jimenata que hace mucho tiempo no voy por ahí.