A la Familia de Diego
Diego se ha ido, le recordaremos siempre.
Diego allá donde estés, que orgulloso debes estar por la familia que te ha tocado vivir. Tu vida ha sido corta, pero llena de cariño y comprensión. A tus padres, que dolor les has dejado. Como han reaccionado, fundidos en ese abrazo que se daban tu padre y tu madre, cuando con tu hermana en el centro se unían en el dolor recordándote, eran una piña.
Que lección me han dado tus padres, de cariño, de saber estar, de comprensión. Los días que hemos pasado esperándote han sido muy tristes. Creíamos que pronto te subirían a planta. A tu familia no había quien la moviera de la sala de espera, con el alma en vilo, con la mirada en la puerta y con esa amargura de no poder hablar contigo.
Diego, con que tristeza mirará tu madre el traje que no pudiste estrenar en las verbenas. Que día tan señalado para Jimena, el siete de septiembre, cuando la Virgen baja de su ermita para pasar las fiestas con sus hijos y no estés tu. El tiempo pasará, pero te recordaremos por ser hijo de Jimena, por ser joven y porque tu muerte se podía haber evitado, si se hubieran tomado medidas necesarias, pues año tras año se veía venir . Todos debemos ser responsables y conscientes de que el fuego es peligroso:
Autoridades Sanitarias,
Autoridades Civiles,
Ayuntamiento,
Padres y Madres,
Jóvenes y no tan jóvenes,
Niños y Abuelos…
Quisiera que mi carta no molestara a ninguna de las familias que tienen hijos. Te tocó a ti, pero podía haberle tocado a otro, muchos de los que estabais en la plaza llevabais petardos. Los lanzabais sin saber que se trataba de un juego peligroso.
Cuando estabas luchando por tu vida, decían tus padres: “que esto sirva para hacer reflexionar a los que no ven el peligro”. Que ejemplo de solidaridad por su parte, que todo se quedara en ti.
Diego allá donde estés, puedes presumir de familia tanto en Jimena como en Torres y Barcelona, y de todos los que te han querido y apoyado en esos momentos tan difíciles.
María Luisa Amezcua Lanzas 25-09-06.
Diego se ha ido, le recordaremos siempre.
Diego allá donde estés, que orgulloso debes estar por la familia que te ha tocado vivir. Tu vida ha sido corta, pero llena de cariño y comprensión. A tus padres, que dolor les has dejado. Como han reaccionado, fundidos en ese abrazo que se daban tu padre y tu madre, cuando con tu hermana en el centro se unían en el dolor recordándote, eran una piña.
Que lección me han dado tus padres, de cariño, de saber estar, de comprensión. Los días que hemos pasado esperándote han sido muy tristes. Creíamos que pronto te subirían a planta. A tu familia no había quien la moviera de la sala de espera, con el alma en vilo, con la mirada en la puerta y con esa amargura de no poder hablar contigo.
Diego, con que tristeza mirará tu madre el traje que no pudiste estrenar en las verbenas. Que día tan señalado para Jimena, el siete de septiembre, cuando la Virgen baja de su ermita para pasar las fiestas con sus hijos y no estés tu. El tiempo pasará, pero te recordaremos por ser hijo de Jimena, por ser joven y porque tu muerte se podía haber evitado, si se hubieran tomado medidas necesarias, pues año tras año se veía venir . Todos debemos ser responsables y conscientes de que el fuego es peligroso:
Autoridades Sanitarias,
Autoridades Civiles,
Ayuntamiento,
Padres y Madres,
Jóvenes y no tan jóvenes,
Niños y Abuelos…
Quisiera que mi carta no molestara a ninguna de las familias que tienen hijos. Te tocó a ti, pero podía haberle tocado a otro, muchos de los que estabais en la plaza llevabais petardos. Los lanzabais sin saber que se trataba de un juego peligroso.
Cuando estabas luchando por tu vida, decían tus padres: “que esto sirva para hacer reflexionar a los que no ven el peligro”. Que ejemplo de solidaridad por su parte, que todo se quedara en ti.
Diego allá donde estés, puedes presumir de familia tanto en Jimena como en Torres y Barcelona, y de todos los que te han querido y apoyado en esos momentos tan difíciles.
María Luisa Amezcua Lanzas 25-09-06.